jueves, 1 de diciembre de 2011

Para empezar: todos somos adoptados.



Esta afirmación es la que, por el momento, más me ha impactado y calado del libro que estoy leyendo: Hijos del corazón, de Javier Angulo y José A. Reguilón.

Ha sido toda una revelación que lleva días dándome que pensar. Cuánta razón tiene, y cuánta lógica, y qué de veces eludimos las obviedades. 

El texto sigue: "... o todos deberíamos haber sido adoptados. Nacemos, sí, pero no por eso somos hijos de nuestros padres. Tenemos hijos, sí, pero no por eso los aceptamos siempre como tales."

El hecho de nacer no te hace hijo, del mismo modo que dar vida no te hace padre o madre. Estas definiciones son adquiridas, exigen algo más para ser.

Iré subiendo cosas de este libro, me gusta. 


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