Creo que la segunda entrada debe ser esta, la que en cierta (o buena) medida explica el por qué estoy metida en esto de los blogs. Podríamos llamarlos mi diario sin candado? Quizá sí, verdad?
En fin, que la "culpa" la tiene la necesidad de plantear en voz alta aquello que tanto tiempo llevo planeando para el futuro (para mi futuro) y que ha encontrado un compañero de fatigas con quién compartirlo: la maternidad. No me refiero al hecho de necesitar una pareja para llevarla a cabo, sino al hecho de coincidir con alguien que tiene una misma idea e ir a una. En eso estamos.
La maternidad, qué maternidad? Pues desde siempre he tenido claro que mediante dos vías: la biológica y la adoptiva. Sobre la primera, pues sólo puedo especular ya que no sé si será viable, fácil, y simple, o complicada, dura e.... imposible. No lo sé aún. En eso estamos. Sobre la segunda vía, pues esa sí que la tengo asegurada, aunque me costara décadas, renuncias y sacrificios extraordinarios, lucharía por ella.
Ahora mismo me encuentro en la etapa de pre-adopción, es decir, aquella en la que toca leer, informarse, ilusionarse y convencerse. Ah! Y buscar "la llamada", decidir en qué lugar un niño que quizá no ha nacido aún será arrancado de su mundo para intentar darle aquello que esté a nuestro alcance para que crezca sano y feliz, y capaz de sobrellevar su ayer con nuestra ayuda.
Os hablaré de libros, de ideas preconcebidas que se fueron al garete, de sueños que han tenido que aterrizar y ceder por imposibles, etc. Espero que este diario sin candado no sea escrito en balde y que, con el tiempo, encuentre a gente con quién compartirlo y darle vida.
Saludos,
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